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Un viaje de pensamientos

NUNCA VOLVERÁ...

NUNCA VOLVERÁ...

Esta imagen podría ser la de un jardín de infancia cualquiera, aunque cuando abrió a diario muchos renacuajos la conocíamos como nuestra guardería, la guardería “LA COMETA” (después cambió su rótulo, una pena L porque la cometa era bien chula y de coloricos)

Como puede imaginarse hace ya algún tiempo que cerró sus puertas, las mismas que yo crucé un montón de días para encontrarme con Jorge, Gemma, Jesús, Patricia, Christian... y junto con ellos divertirme con las extravagantes propuestas de Ana y Lourdes, nuestras dos cuidadoras, enfermeras, primeras profesoras, maquilladoras, peluqueras, directoras de teatro, aquello si que era pluriempleo!!!

Recuerdo (sobretodo porque existen fotos estupendas) los días que nos disfrazamos de lo más variopinto que se pueda ver: de payasos, angelicos con alas y todo, punkys con miles de chapas y el pelo de colores, de cocineros con gorro y delantal el día de una gran chocolatada y mi preferido, la vez que de verdad se montó el belén, y yo... de rey Baltasar, me pusieron la cara echa un cisco y las botas me venían grandes, pero y lo bien que nos lo pasamos? Menudas risas

Grandes fueron los días de las excursiones al parque con todos en fila india atados con una cuerda alrededor de la cintura, imagino que la cuerda era inmensa...

Recuerdo perfecta la imagen del patio de recreo con un tobogán o esbarizaculos, que estaba en su mejor momento, un poco desgastadico y es cuando mejor se baja a toda castaña... de esto todavía sé eh! También había unas ruedas pintadas de colores, que para qué sirven? Pues anda que no habremos inventao juegos con eso... reciclaje urbano e imaginación al poder!  Había unos baúles, que eran tambores de detergente, llenos hasta los topes, de piezas de mecanos, indios y vaqueros, playmobil, peonzas, chapas, canicas, pitufos, en fin... cantidades de pequeños tesoros de inmenso valor.

 Aún así... Lo más importante de este recuerdo es guardar cariño de las personas y a través de los sentimientos de las vivencias y días que como pone arriba “nunca volverán”, pero no de las cosas materiales, que ya hicieron su papel.  Aquella sala y el recreo que tan lleno estuvo de vida pronto será derribado, paso al futuro... bon voyage!!!

1 comentario

Amalgama -

Pues si, yo tambien recuerdo aquellos tiempos. Y lo de..."Manuel, Manuel, no te arrime a la paré que te va a llenar de cal, de cal, de cal..." Anda que no ha llovido...