UN BARRIO
Salvo algunos momentos puntuales, que he estado cundiendo o trabajando en otros sitios, llevo 25 años viviendo en el mismo lugar, el barrio del Picarral en Zaragoza, un lugar en el mundo, como otro cualquiera… pero en el que me gusta vivir, donde tengo mi sitio, donde conozco y me conocen.
No todo es bueno, es cierto, pero digamos que lo malo no es muy malo y es así sobre todo porque mucha gente luchadora se han empeñado durante años en que siempre se puede mejorar, en que la unión hace la fuerza, y en que con esfuerzo e ilusión los proyectos pueden salir adelante.
Creo que me encuentro en un entorno ante todo solidario, difícil de encontrar hoy en día, además creo que sigue siendo natural y sostenible, para lo que es una gran ciudad, pero lo mejor, es socialmente activo… Aquí hay VIDA !!!
No hay mucho dinero, ni lujos, no vienen las personalidades de la ciudad, ni los turistas, aquí no viven los jugadores del Real Zaragoza (aunque podrían hacerlo), ni vienen los representantes políticos si no es en campaña electoral, pero tal como leí en las camisetas de la comisión de fiestas del distrito del Arrabal, que se están celebrando estos días:
“SOMOS UN BARRIO” …
Y es verdad, lo somos, gracias a que mucha gente se empeña en que así sea, compartiendo vivencias y luchando por lo que consideramos nuestro.
Nadie puede cuidar mejor de lo suyo que uno mismo y lo que ocurre no es por casualidad, sino por empeño.
Queda mucho por mejorar… es cierto!
Pero lo que me gusta es poder comer casero en el bar de Carlos y Asún, jugar un futbolín en La Hora, ver un entrenamiento de alevines en el campo municipal, charrar con el abuelo sentaos en el banquico donde más corre el aire, cruzarme con los zagales enredando camino de la escuela, comprar el periódico en la Pilar (hasta hace poco, ahora ya no puedo…Que te vaya bonito), saludar a Álvaro que sale de la parroquia y monta en su moto, pasar por la puerta de la que fue mi guardería, salir con la bici y cruzarme con aquel compañero del colegio, o pararme a hablar con ese chaval al que entrené a balonmano y que ha crecido bastante y está hecho un alicate, ir a la casa de juventud a un nuevo curso después de comer amigablemente con los vecinos de al lado, alcahuetear ese nuevo negocio, ver una exposición o acudir al fallo del “concurso literario Picarral” para ver si nombran a mi madre y le sacamos los colores (algo difícil).
Me gusta todo esto y me gusta vivir aquí por cosas como estas…
He llegado tarde a una quedada porque en la plaza del padre Juan Hacha había un concierto de música celta y repartían moscatel, era parte de una semana de convivencia entre culturas, que alguna gente se empeñó en llevar a cabo.
Aquí aprendí a montar en bici, compartí mis primeros juegos, hice mis primer@s amig@s y me abrí mis primeras cuqueras, tiré petardos, corrí delante de los cabezudos, me vestí de baturro arrastrando los claveles por el suelo, me escondí en los olivos del parque, celebré cumpleaños y disfruté mucho… eso lo sigo haciendo y lo haré mientras pueda, y si algún día me marcho de aquí, pues lo echaré de menos…
3 comentarios
Ikea Zaragoza -
Quería invitaros a visitar,
www.ikeazaragoza.com
Nuestra web sobre Ikea, tenemos un foro de opinión en el que nos gustaría que opinárais.
Gracias,
Saludos.
jlacu1 -
SUPERMAMI -
Después de unirme de por vida a papi, el Picarral me adoptó con pleno derecho y efectivamente somos un barrio.
En este entorno, diste tus primeros pasos y efectivamente paseaste los claveles, que vestido de baturro llevabas a la Virgen del Pilar en su día, junto con tu hermano, a quien tambien le apetecía llevarlos boca-abajo, como a modo de escoba. Después de aquello, decidimos otro tipo de ofrenda personal a nuestra "Pilarica".
Es verdad que se escucha mi nombre en el fallo del Concurso Literario del Picarral de cada año. Me gusta participar...y más facil puede ser verme emocionada y feliz, que con los colores subidos. A que sí!.
Bueno, a ver si sigue en auge el barrio del Picarral y en breve disponemos de más espacios publicos en lo que hasta ahora son solares abandonados. Que hay unos cuantos.