ZAMPA MEU
Con el último ingrediente recién comprado y las buenas noticias y consultas recibidas por parte de los primeros exploradores, comienza un nuevo viaje en buena compañía y con un gran destino. Tocan tierras frescas, en altura, y la verdad es que se agradece. De camino hay que estar atento, porque a pesar de tener claro el destino, el itinerario no parece estarlo tanto y hay que echar siempre una mano, o un par de ojos!
En seguida se concentran las tropas y se monta el campamento, antes de que el sol se retire a descansar, si es que le dejaron los venidos desde el Final de la tierra y los ritmos asonantes en los pares que se inventó un pinchadiscos cualquiera. Hasta ahí todo había ido correcto, divertido y agradable, pero tal vez nada es perfecto. Y el lugar parecía serlo, también la compañía y los organizadores, así que había que esperar un nuevo día para confirmar las expectativas.
Y sólo hay una solución que siempre funciona cuando algo va mal, y no es otra que la colaboración de todos para darle la vuelta a la situación. Así, un día que comienza no muy bien, sólo puede ir a mejor, con unas caricias del sol, un almuerzo a domicilio traído en furgoneta y un taller de ritmos agradables, buena comunicación y retos que se superan con complicidad y empeño. Sonó bien al fin y al cabo.
Difícil abandonar a pesar de estar en el turno de cocina, la prisa es mala consejera, y lo bueno se hace esperar. Así que de forma cooperativa y con ganas e imaginación se puede hacer cualquier cosa. Tan sólo hace falta el fuego que se inventó hace siglos, algo de electricidad, buenos ingredientes y una baqueta de madera, con poco más y con el esfuerzo conjunto puedes dar de comer a más de sesenta personas hambrientas, sin problemas…
Hemos venido a hacer ruido y hay que volver a hacerlo después de recuperar el sueño perdido, suena algo más difuminado, pero sigue siendo aceptable.
Ahora toca ponerse a pensar cada uno en su propio patio particular, confirmar ritmos, hacer los últimos ensayos, buscar y pedir colaboraciones, uniformarse y dejar que caiga la noche para que comience el espectáculo, esta vez si. Cuando cada uno muestra su estilo y sus ganas, el resultado siempre suele ser bueno. Y vaya si lo fue, tanto las ganas, como el aprendizaje, el disfrute, la ejecución y las ayudas.
Tal vez somos como las noches de verano, siempre agradables, pero que con viento se llevan mucho mejor, y quedó confirmado, aunque sin obsesionarse…
Aún quedaban varias sorpresas, tanto agradables como desagradables, pero ya se nos iba el findesemana entre las manos, sin más tiempo para darnos cuenta, que el necesario de tránsito, más carretera, y a volver a empezar.
Nunca antes lo había hecho y casi le cojo manía antes de empezar, pero todo se pone en marcha, yo personalmente siento muchas ganas de que lo haga, y hasta esos extraños nervios que pocas veces me visitan porque nunca los invito. Esta vez parecía extrañamente especial, así que busqué mi propia concentración, me relajé con varios gestos cómplices de alegría y me alimenté de miradas y sonrisas ya amigas para superar un nuevo reto y conseguir hacerlo disfrutando del momento.
Aunque no sé cuando ni cómo, sé de qué cabeza salió y me parece extraordinariamente extraordinario poder presenciarlo y más aún poder formar parte de su divertida y laboriosa ejecución. Gran recuerdo!
Por tierras del norte, durante el findesemana pronto confirmé lo que ya intuía, y es que sus gentes son también de gran altura, y no porque jueguen al baloncesto, sino sobre todo porque se multiplican para agradar, ayudar, montar, desmontar, alimentar y contentar a todo el mundo, y eso es muy de agradecer. Grandes recuerdos los que hemos generado y una experiencia más a la mochila.
Vivir y soñar son verbos que conjugan muy bien… lástima que a veces haya alguien cerca que opte por dar patadas al diccionario a las horas en las que no hay que hacerlo y rompa los sueños y el descanso necesario para seguir viviendo a gusto.
Lástima la baja a última hora de alguien que plasma las mejores imágenes de cada aventura, y sin cámara de fotos... va por tí!
Hasta la próxima parada…
Imagen del artículo: Dibujo original de Bhur on tour
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