Muy bueno, si señor...
Adjunto aquí gustoso un bonito y valiente relato que mi buen amigo Roberto ha presentado al concurso Talentos de EP3 de ElPaís.
Yo no quiero ni puedo ser objetivo, sólo comento que me ha gustado mucho y para leerlo vosotros mismos podéis hacerlo también aquí y votarlo:
http://www.ep3.es/talentos/detalle_talento.html?tal_id=20041&cat_id=4&tem_id=3
Aquí el relato completo:
Título: "MI TÍO ABUELO"
Ochenta y nueve años y aún recuerda los peores episodios de su niñez. Sigue fregando la vieja vajilla en la que acaba de comer mientras contesta sin vacilar mis preguntas sobre lo que vivió durante aquellos años. Siempre dice que tiene que escribir un libro de su vida, y ahora que yo me he decidido a hacerlo por él, algo me dice que no es una buena idea. La guerra entró a su pueblo como lo hace el fuego cuando arrasa un bosque. Sin avisar, sin distinciones, todos la sufrieron, las víctimas fueron víctimas simplemente porque estaban allí, y dejó tras de sí muerte, destrucción y penuria. Él pudo escapar con su familia, pero pronto se perdió de la mano de su madre y anduvo mucho tiempo solo y desamparado. Nadie regalaba nada aquellos días. Escapó de los fusiles cuando tenía diez años, convivió con unos militares en retirada durante semanas y recorrió muchos caminos sólo en busca de su madre. Le tocó pasar al país vecino, donde estuvo más de dos años junto a más chicos españoles. Un día decidió hacer caso a sus amigos y envió, con vagas esperanzas, una carta a su casa. La respuesta no se hizo esperar, sus padres habían sobrevivido a la guerra. Ya no era huérfano. Poco después volvió a cruzar la frontera y se reunió con ellos en su pueblo natal, que había cambiado mucho desde que se marchó de allí. Sufrió el poder de los vencedores desde los doce años hasta que se marchó a la capital en busca de trabajo. Se casó con la mujer con la que sigue viviendo y trabajó hasta la jubilación en la industria del metal, sin llegar a ser más que nadie. Pese a que más de una vez ha dicho que debería escribir un libro, hoy he descubierto que sus deseos no son esos. Sin hijos y con su mujer enferma, yo creo que lo único que desea es que le dejen vivir tranquilo. Que no le quiten lo que es suyo, que lo poco que ha conseguido después de años de sufrimiento y trabajo no desaparezca y, sobre todo, que cuando su mujer muera no se quede solo de nuevo, como en la guerra.
3 comentarios
jlacu1 -
La verdad es que el relato del tito Rober es genial, esperemos que siga con ello y nos vaya llegando su producción.
Carmen -
Una suerte tener la inspiración tan cerca de la mano.
Últimamente la mía va y viene como se le antoja, tiene las llaves y entra y sale cuando menos la espero, pero parece que no acaba de decidirse a quedarse a dormir.
No se, algo le habré hecho que está tan enfadada...
ANIMA-DORA -
Si como parece, es auténtico es decir real, ahí va un consejo al sobrino-nieto:
Abre una ventana de optimismo a la vista de tu tio-abuelo. Que no se recree en los recuerdos que además son malos. Que mire el mundo tal cual es ahora y disfrute cuanto pueda. Y... que te relate las cosas bonitas que todavía puede ver y disfrutar.
Suerte para tu relato, en el concurso de El Pais.
Muchas gracias a Pakico, por poner a nuestro alcance estas cosas, siempre interesantes.
Adelante una vez más.